CI Banco espera que el peso mexicano pierda terreno frente al dólar en 2022, un año aún de incertidumbre por los efectos de la pandemia de COVID-19.
“Esperamos que 2022 sea un año de depreciación y que finalice alrededor de 21.80 pesos por dólar (interbancario)”, señaló la institución financiera.
En su opinión, 2022 será, de nueva cuenta, un año para continuar con la recuperación económica, pero -una vez más- cargado de incertidumbres. La más urgente: el alcance de la nueva ola del coronavirus y su impacto económico. La más inquietante: la evolución de los precios, en un momento en que los bancos centrales han comenzado a disminuir los múltiples estímulos monetarios lanzados en 2020 a inicios de la pandemia.
“Este es un cóctel perfecto de volatilidad para el mercado cambiario mexicano. El rango de fluctuación para todo 2022 podría ser 20 – 22.60 pesos, con un promedio anual de 21.20”.
Para la institución financiera hay seis factores que van a definir la tendencia del peso en este año.
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Inflación.
En términos anuales se ha extendido por todo el mundo, a máximos de varias décadas, alcanzando 6.8 por ciento en Estados Unidos, 4.9 por ciento en la Eurozona, 5.2 por ciento en Alemania y cerca de 7.5 por ciento en México.
La causa de la subida de los precios tiene mucho que ver con el COVID-19 y el problema de cuellos de botella de la producción con una oferta incapaz de satisfacer la creciente demanda generada con la reactivación y rebote económico.
A ello, se ha sumado el encarecimiento de la energía (petróleo, gas natural, carbón) y toda su repercusión en la producción. Aunque es probable que en la mayoría de los países ya se alcanzó un pico en los niveles de inflación a tasa anual, este será el gran tema de preocupación para los operadores, por las implicaciones para el crecimiento económico y las futuras decisiones de política monetaria de los bancos centrales.
Pandemia.
La atención se enfoca en el alcance de la nueva ola del coronavirus provocada por ómicron. El virus ya ha demostrado su capacidad de sorpresa con la aparición de nuevas y peligrosas variantes. Proliferan los informes en los que se habla del fin de la crisis a medida que se extiende la variante ómicron, menos grave que la delta, y la pandemia se convierte en endemia. Esto es lo que se ha traducido en una relativa calma en los mercados financieros, sin traducirse en fuertes episodios de aversión global al riesgo. Sin embargo, si la situación se complica, esta percepción puede cambiar y traducirse en pérdida de valor en los activos riesgosos, como el peso mexicano.
Política monetaria.
En diciembre hubo algo de esclarecimiento sobre los pasos de política monetaria de los principales bancos centrales de economías desarrolladas que tomarán este 2022 para contener la inflación. En el caso específico de la Fed, esta prevé hasta tres subidas de tasas de interés para 2022, tras acelerar el ritmo del tapering para concluir su programa de compra mensual de bonos en marzo.
Con relación a Banxico, es probable que la autoridad mantenga la estrategia de seguir con las alzas de tasas y para este 2022 podrían acumular 100 puntos base adicionales. El pulso de los bancos centrales a la hora de tomar medidas como la retirada de estímulos será determinante para lo que acontezca en los mercados financieros durante 2022.
Recuperación económica global.
La recuperación económica mundial continuará, pese al resurgimiento de la pandemia, aunque a ritmos desiguales entre sectores y regiones. Se proyecta que la economía mundial crezca 5.9por ciento en 2021 y 4.9 por ciento en 2022.
La veloz propagación de la variante ómicron y el peligro de nuevas variantes multiplican las dudas sobre la celeridad con la que se podrá superar la pandemia. Se ha complicado la selección de políticas adecuadas y el margen de maniobra es limitado. Las cifras económicas de diciembre y enero permitirán hacer una evaluación del impacto que comienza a tener la nueva variante de coronavirus.
Temas geopolíticos.
Las tensiones geopolíticas que impulsan el costo de materias primas energéticas, como el conflicto entre Rusia y Ucrania; Taiwán con las implicaciones que tiene en la relación bilateral entre EU y China; el acuerdo nuclear con Irán y; las elecciones intermedias en EU.
Temas internos de México.
Aunque en menor medida, la cotización cambiaria sufriría ajustes por algunos asuntos internos que implican cierto riesgo, como lo son la propuesta de reforma eléctrica, las dudas sobre la Junta de Gobierno de Banxico, la fragilidad de las finanzas públicas, mayores problemas financieros en Pemex, pronunciamientos de las agencias calificadoras sobre la deuda soberana y de la petrolera y la dificultad de consolidar un rebote económico.
FF